lunes, 9 de mayo de 2011

Opinión

La tortura en el DF
Miguel Concha
En fechas recientes se han venido discutiendo en las comisiones de la Asamblea Legislativa algunas iniciativas de reformas al Código Penal para el Distrito Federal, que pretenden modificar los artículos 294, 295, 296, 297 y 298, relativos al delito de tortura.

Esta violación grave a los derechos humanos es todavía una realidad en la ciudad de México, ya que no ha sido posible eliminarla, a pesar de frecuentes esfuerzos por tratar de erradicarla o disminuirla. Lo que implica una falta de diligencia en su investigación, y, como consecuencia, de sanción por parte de las autoridades. Esta afirmación la comparten también organizaciones nacionales e internacionales, organismos intergubernamentales de protección de los derechos humanos y organismos públicos mexicanos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. La comparte, sobre todo, el enorme número de víctimas que, a consecuencia de investigaciones deficientes, y de un sistema laxo en cuanto al respeto de los derechos humanos, han sido condenadas, disminuidas y en general afectadas física y sicológicamente.

La tortura se encuentra prohibida en nuestra Constitución, en los códigos penales del país y en diversos tratados internacionales de los que México es parte. Y existe además un consenso internacional en cuanto a su prohibición. En efecto, el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas ha afirmado, en su recomendación general número 24, que la obligación de no someter a las personas a tortura o malos tratos es una norma del derecho internacional consuetudinario. Y que el derecho a no ser sometido a tortura forma parte, sin ninguna duda, de una serie de derechos básicos. El deber de respetar este derecho es también una obligación erga omnes. Es decir, aplicable a todo ser humano, ya que se trata de algo que no se cuestiona y está apoyado en una serie de importantes decisiones judiciales.

Una vez dicho esto, es conveniente señalar que en el Distrito Federal se están discutiendo una serie de propuestas para cambiar el tipo penal existente en materia de tortura. Si bien hay que reconocer las buenas intenciones, que tendrían por objeto contar con un tipo penal actualizado y acorde con los estándares internacionales, debemos advertir del riesgo que se corre, al querer incluir algunos conceptos que amenazarían seriamente la lucha contra la tortura.

La tortura en la ciudad de México se describe como el acto en el que un servidor público del Distrito Federal, en ejercicio de sus atribuciones, o con motivo de ellas, inflija a una persona dolores o sufrimientos físicos o sicológicos, con el fin de I. Obtener de ella información; II. Castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche que ha cometido; y III. Coaccionarla para que realice o deje de realizar una conducta determinada. A esto se debe agregar que quien comete tortura puede ser directamente el servidor público o un particular que obre bajo sus órdenes, o bien el funcionario que por aquiescencia u omisión permita la tortura.

Se ha sabido que en las propuestas existentes en la Asamblea Legislativa habría algunas que se alejan de los estándares internacionales para perseguir este delito. En específico, cuando se pretende agregar el calificativo degraves a los daños que genere quien comete tortura. Esto es preocupante, toda vez que este término había sido suprimido después de una amplia labor de organizaciones de derechos humanos del Código Penal en 2002.

La palabra graves, si bien se encuentra en algunos instrumentos internacionales que definen la tortura, ha sido ampliamente superada por la jurisprudencia internacional, toda vez que no es necesario un cierto nivel de intensidad del daño, dolor o de sus secuelas, para que consideremos que ha existido tortura.

El simple hecho de infligir daños o sufrimientos con una finalidad concreta por parte de un servidor público, o con su aquiescencia u omisión, es suficiente para que se configure este delito. Y esto no es una cuestión menor, pues, como ya se dijo, la tortura es una realidad en México y en esta ciudad capital, que trae consigo una gran cantidad de problemas, que no sólo perjudican a las víctimas, sino a la sociedad en su conjunto.

En primer lugar, tenemos que la tortura por sí misma es una violación grave a los derechos humanos, que no debe permitirse bajo ninguna circunstancia. Pero esto no es lo único. Es también expresión de un deficiente sistema de investigación de los delitos. ¿Qué certeza podemos tener de una confesión que es arrancada a golpes o bajo amenazas? ¿Nos da esto seguridad de que las corporaciones encargadas de investigar los delitos cumplen con su función? Definitivamente no.

Por otra parte, no sancionar la tortura genera la impunidad que vivimos, toda vez que los torturadores no son llevados ante la justicia, generando con ello este círculo vicioso de violaciones a los derechos humanos, que se repiten debido a la falta de castigo. En medio de este clima nacional de autoritarismo y de reformas equívocas, estas reformas propuestas en la Asamblea significarían un retroceso, y pueden resultar muy peligrosas para la ciudadanía.

Es deber de la Asamblea Legislativa actuar con responsabilidad y no dejarse llevar por falsos paradigmas que han resultado un rotundo fracaso. Esperemos que cumplan con su obligación en favor de quienes viven y transitan por la ciudad, y que aprueben siempre reformas ajustadas a los derechos humanos.




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martes, 26 de abril de 2011

CIDH CONDENA ASESINATO DE DEFENSOR DE DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO

No. 35/11

Washington, D.C., 25 de abril de 2011 - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena el asesinato en México del defensor de derechos humanos Javier Torres Cruz, integrante e la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán. La CIDH insta al Estado mexicano a investigar este crimen, esclarecerlo judicialmente y sancionar a los responsables materiales e intelectuales.

Según la información recibida por la CIDH, el 18 de abril de 2011 Javier Torres Cruz fue asesinado por hombres armados cerca de su comunidad, La Morena, en el municipio de Petatlán, estado de Guerrero, México, presuntamente en relación con sus actividades de defensa del derecho al medio ambiente sano en la sierra de Petatlán. La información recibida también indica que su hermano Felipe Torres, quien lo acompañaba al momento de los hechos, resultó gravemente herido.

La Comisión Interamericana ha recibido información sobre presuntas amenazas, actos de hostigamiento y atentados sufridos por Javier Torres Cruz y varios de sus familiares desde 2007. La información recibida indica que el 3 de diciembre de 2008, Torres Cruz habría sido detenido ilegalmente por soldados del Ejército mexicano, y que éstos presuntamente lo entregaron a otras personas que lo habrían sometido a torturas durante varios días. Esta situación fue denunciada por Javier Torres Cruz ante la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero y ante el Ministerio Público.

La CIDH recuerda que es obligación del Estado investigar de oficio hechos de esta naturaleza y sancionar a los responsables. Asimismo, la Comisión insta al Estado de México a adoptar en forma inmediata y urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar el derecho a la vida, la integridad y la seguridad de los familiares de Javier Torres Cruz, y para la debida protección de las defensoras y defensores de derechos humanos en el país.

Como ha señalado la Comisión anteriormente, los actos de violencia y otros ataques contra las defensoras y los defensores de derechos humanos no solo afectan las garantías propias de todo ser humano sino que atentan contra el papel fundamental que juegan en la sociedad y sume en la indefensión a todas aquellas personas para quienes trabajan. La Comisión recuerda asimismo que la labor de defensores y defensoras es esencial para la construcción de una sociedad democrática sólida y duradera, y tienen un papel protagónico en el proceso para el logro pleno del Estado de Derecho y el fortalecimiento de la democracia.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

domingo, 24 de abril de 2011

Poeta encabeza protestas contra la violencia del narcotráfico en México

Julián Miglierini
BBC Mundo, México
Última actualización: Sábado, 23 de abril de 2011

Es un líder poco común: un poeta católico que dice necesitar "sólo 40 centímetros de espacio" para escribir.
Pero la muerte el mes pasado de su hijo Juan Francisco -de 24 años de edad- en un incidente atribuido a bandas de narcotraficantes, ha hecho que Javier Sicilia se convierta en la voz más alta en condenar la violencia que hace estragos en partes de México.
"Soy una voz moral, que tengo que hacer esto por mis convicciones morales porque la gente me ha pedido que lo haga", agrega.

Su dura crítica a lo que él llama la "estúpida estrategia" del presidente Felipe Calderón para combatir los cárteles de la droga ha resonado en amplios sectores de la sociedad mexicana que están cada vez más frustrados por la creciente violencia en muchas partes del país.

Más de 35.000 personas han muerto desde que a finales de 2006 Calderón lanzó una confrontación militar contra criminales pero la violencia no da señales de disminuir.

Así que cuando Sicilia, quien también contribuye con la revista mexicana Proceso, convocó a una serie de marchas simultáneas en todo México para protestar contra la violencia a principios de este mes, la gente respondió.

Miles de personas salieron a las calles en la Ciudad de México, en todo el país e incluso fuera, en algunas embajadas de México, con el grito de guerra: "¡Estamos hasta la madre! (hartos)".

"Daños colaterales"

Sicilia, mientras todavía se ajusta a la cobertura mediática que su tragedia personal ha generado, parece considerar su nuevo papel no como una opción, sino como una obligación.

"Tengo que mostrar mi rostro por la dignidad de mi hijo, por todos los hijos que han muerto en esta batalla y aquellos que morirán en el futuro", dice.

Sicilia estaba trabajando en Filipinas cuando oyó por primera vez del asesinato de su hijo y de otras seis personas más en Cuernavaca el 28 de marzo.

Sus cuerpos fueron encontrados en el interior y los alrededores de un vehículo, algunos presentaban signos de tortura.

Nadie sabe exactamente por qué Juan Francisco Sicilia y sus amigos fueron atacados.
 
Miles salieron a protestar contra la violencia luego de la convocatoria de Sicilia. El único arresto vinculado al caso no arroja ninguna luz sobre las circunstancias de los asesinatos.

Y es por eso que muchos, incluido el propio Sicilia, han relacionado los asesinatos a la violencia general que ha envuelto al central estado mexicano de Morelos, donde se encuentra Cuernavaca.

Se cree que el área está en el centro de una batalla entre bandas rivales de narcotraficantes y grupos del crimen organizado.

Según Sicilia, cada vez más y más civiles inocentes, como su hijo, son asesinados como "daños colaterales de la guerra contra las drogas".

Así que el poeta centra su crítica en la estrategia del presidente Calderón. "Creo que Felipe Calderón es responsable de lanzar una guerra de una manera estúpida", expresa, combinando la rabia con la frustración.

"Lo que esta guerra ha hecho es permitir que la corrupción de las instituciones que había tenido lugar durante años emerja, pero dejando a las instituciones completamente indefensas para hacer frente a la delincuencia organizada", señala.

Sicilia ha sido criticado por centrar su ira en el gobierno y no en los criminales por el problema original -al utilizar a México para el transporte de narcóticos en EE.UU. y devastar algunas de las áreas utilizadas como rutas de contrabando.

El presidente Calderón, que recibió a Sicilia en el palacio presidencial después de los asesinatos, hizo una referencia al tema a raíz de las manifestaciones.

"No nos dejemos confundir", dijo Calderón en un almuerzo con líderes empresariales a principios de este mes.

"Tenemos que decir '¡Basta!' a los criminales que secuestran y asesinan. Ellos son el enemigo, no los que luchan contra ellos", añadió.

Para Sicilia, el conflicto ha llegado a un nivel que requiere un enfoque más amplio, que incluya el compromiso de todos los mexicanos.

"Necesitamos un pacto nacional porque esto es una emergencia y tenemos que reconstruir el tejido de esta nación. Si no lo hacemos, vamos a entrar en el infierno", asegura.

En cuanto a su poesía, Sicilia ha decidido acallar su voz. Su último poema fue dedicado a su hijo, y fue escrito apenas unas horas después de la violenta muerte. "La poesía ya no existe en mí", concluye.

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miércoles, 20 de abril de 2011

Comisión Interamericana condena asesinato de 145 personas halladas en fosas clandestinas en Tamaulipas



Washington, D.C., 18 de abril de 2011 – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena el asesinato de 145 personas cuyos cuerpos han sido encontrados en días recientes en fosas clandestinas en el Estado de Tamaulipas, México. La Comisión insta al Estado mexicano a esclarecer lo ocurrido, identificar a las víctimas y sancionar a los responsables, así como a adoptar en forma urgente las medidas necesarias a fin de evitar que estos hechos sigan repitiéndose.

Según informó el Estado, los cuerpos han sido encontrados entre el 6 y el 14 de abril de 2011 en el Municipio de San Fernando, Estado de Tamaulipas. La Comisión observa con preocupación que se trata del mismo lugar donde en agosto de 2010 se encontraron los cuerpos sin vida de 72 migrantes indocumentados que se dirigían a Estados Unidos. Las autoridades investigan si las víctimas encontradas en las nuevas fosas eran también migrantes y hasta el momento han identificado a un migrante guatemalteco. El gobernador del Estado de Guanajuato señaló que 57 de las víctimas podrían ser migrantes de ese Estado que se dirigían a Estados Unidos.

De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, los asesinatos habrían ocurrido entre uno y dos meses anteriores al hallazgo de los cuerpos. La Procuraduría General de México manifestó que estos homicidios podrían ser atribuibles al grupo delictivo Los Zetas. Hasta el momento han sido detenidas más de 30 personas, 16 de las cuales son policías locales del municipio de San Fernando, Tamaulipas, acusados de proteger y encubrir al grupo Los Zetas.

Varios informes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH) revelan un aumento de los secuestros de migrantes en el país. En un informe especial publicado este año, la CNDH indicó que 11.333 personas migrantes fueron secuestradas durante seis meses de 2010 (entre abril y septiembre), y que Tamaulipas es uno de los estados con mayor número de víctimas.

La CIDH insta al Estado de México a maximizar sus esfuerzos para evitar que se repitan estos crímenes, a determinar la identidad de las víctimas, y a investigar, juzgar y sancionar a los responsables materiales e intelectuales, ya sea que se trate de delincuencia organizada o de agentes del Estado en colusión con ésta. Asimismo, la Comisión Interamericana hace un llamado al Estado de México a adoptar de manera urgente todas las medidas necesarias para proteger a todos los migrantes en su territorio y garantizar el respeto absoluto a sus derechos humanos.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

viernes, 15 de abril de 2011

ONU critica estaciones migratorias de México


Sin Fronteras alerta sobre violación de derechos
  Jueves 14 de abril de 2011 Silvia Otero | El Universal silvia.otero@eluniversal.com.mx
Las violaciones a derechos humanos y las irregularidades dentro de las estaciones migratorias en México persisten, de acuerdo con dos informes, elaborados por separado, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la red Sin Fronteras, que coinciden en las “pobres condiciones” de algunos centros de internamiento de indocumentados, donde se registran tratos crueles e inhumanos, hacinamiento y falta de atención médica.

El informe del Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de la ONU, que la semana pasada examinó las condiciones en México ante el tema migratorio, en un apartado alude a la situación de estas instalaciones.

Los 14 expertos independientes que integran el comité destacaron en sus observaciones que éste “sigue preocupado por las pobres condiciones de algunos centros de internamiento de inmigrantes, donde todavía hay casos de tratos crueles, inhumanos y degradantes, falta de atención médica y limitada”.

Además, destacaron que el organismo está “particularmente preocupado por situaciones en las que los trabajadores migrantes indocumentados afirmaron haber sufrido tortura y malos tratos, y en algunos casos tuvieron que convivir con los autores de estas violaciones”.

Por ello, los especialistas de la ONU recomendaron a México “que siga tomando las medidas adecuadas para mejorar las condiciones de internamiento en centros de detención de inmigrantes, de conformidad con las normas internacionales, e investigue las denuncias de abuso y tratos degradantes cometidos por funcionarios públicos, para sancionar a los responsables”.

Mientras, la red Sin Fronteras, integrada por más de 40 organizaciones no gubernamentales y que cada año realiza una investigación de campo, para su tercer informe se centró en las estaciones migratorias de Iztapalapa, en el DF, y la de Tenosique, Tabasco.

El documento afirma que “las violaciones a derechos humanos y las irregularidades dentro de las estaciones migratorias persisten”.

Sin Fronteras encontró que “los migrantes asegurados no siempre tienen información sobre el motivo de su ingreso a la estación y tampoco del procedimiento administrativo a que son sujetos. No son informados oportunamente de su derecho a solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado o de la posibilidad de ponerse en contacto con el consulado de sus países”.

Los indocumentados, se asegura en el documento, “son sujetos de discriminación por motivos de nacionalidad y capacidad económica. No reciben un trato digno y humano, acorde a los tratados internacionales que México ha signado. Se documentaron casos de extorsión en el interior de las estaciones”.

También, en la investigación se encontró que los migrantes enfrentan limitaciones en el acceso a comunicación telefónica y falta de atención médica y sicológica adecuada y oportuna, “particularmente en aquellos casos que requieren atención especial (víctimas de violencia sexual o de secuestro, embarazadas, con algún trastorno mental, epilepsia, con lesiones físicas o discapacidad)”.

Incluso, en la estación migratoria de Iztapalapa “se identificaron personas con trastornos mentales que se mantenían detenidas con el resto de la población, generando conductas de exclusión o compasión por parte de sus compañeros. Según testimonios de personas detenidas, el personal a cargo no responde a la atención de sus necesidades básicas”.

En este escenario, de acuerdo con el informe de la red Sin Fronteras, “las condiciones de hacinamiento, la falta de información sobre el procedimiento administrativo y la incertidumbre sobre el tiempo que permanecerán encerrados exacerban los síntomas de ansiedad, depresión y/o agresión”, entre los migrantes detenidos.

martes, 29 de marzo de 2011

Denuncian ONG ola de desapariciones en lucha anticrimen ante CIDH

Delegados de 18 organizaciones documentaron casos de tortura e intimidación por policía y Ejército.
David Brooks, corresponsal
Publicado: 29/03/2011 09:56

Washington. Agrupaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las condiciones “deplorables” de la seguridad pública y las desapariciones forzadas, tortura e intimidación realizadas por fuerzas policiacas y militares en México, en el contexto de la lucha antinarcóticos.

“En Chihuahua, cada vez que amanece hay un nuevo horror. Cada día no sabemos si regresaremos vivos a la casa”, afirmó ante la comisión Gabino Gómez, dirigente de una de las organización de la Red de Defensores de Derechos Humanos y Familiares de Personas Desaparecidas en los estados del norte de México.

Representantes de 18 agrupaciones de derechos humanos mexicanas y del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) presentaron ejemplos de graves violaciones de garantías básicas, sobre todo en los estados del norte. Subrayaron que, además de las víctimas de la violencia del crimen organizado, se ha elevado el número de denuncias por abusos miliares y policiacos (hubo mil 17 sólo en Ciudad Juárez, entre marzo de 2009 y abril de 2010).

Los defensores de derechos humanos, en su presentación ante la CIDH en una audiencia de carácter “informativo”, indicaron que las fuerzas de seguridad violan de manera frecuente los derechos humanos y cometen desde detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura, cateos ilegales y homicidio hasta diversas formas de intimidación para suprimir la voluntad de denuncia entre la ciudadanía, así como para amedrentar a los defensores de derechos humanos. Una de las organizaciones presentó los casos documentados de más de 200 desapariciones forzadas sólo en Chihuahua, aclarando que hay más, pero la gente no se atreve a presentar las denuncias.

Criticaron la falta de investigaciones oficiales, señalando que las existentes parecen ser más bien simuladas, por lo que se nutre cada vez más un clima de impunidad. En Ciudad Juárez, afirman, hay una impunidad por encima de 90 por ciento, mientras que la violencia tanto de la delincuencia como de fuerzas oficiales llega a niveles cada vez más alarmantes.

La abogada Diana Morales, de Paso del Norte, habló de su natal Ciudad Juárez declarando lo difícil que es observar cómo ahí “se vuelve normal la violencia, donde los niños quieren ser sicarios porque lo ven como una oportunidad atractiva. Y mientras las autoridades no han hecho nada”.

A la vez, los defensores, como ciudadanos que han exigido justicia, han padecido cada vez más amenazas y ataques, incluso asesinatos y desapariciones, en tal escala que han tenido que refugiarse en otras partes del país o incluso buscar asilo en otros países, como el caso reciente de la familia Reyes, entre otros.

Entre los documentos y gráficas presentadas por los defensores de derechos humanos se presentó el audio y texto de la entrevista del general retirado y entonces encargado de seguridad de Torreón, Bibiano Villa, realizada por Sanjuana Martínez y publicada por La Jornada, la cual llamó la atención de algunos de los comisionados que preguntaron a los representantes del gobierno mexicanos si esa figura representaba de alguna manera la posición oficial mexicana (la respuesta fue que no).

Por su parte, la delegación del gobierno mexicano en la audiencia, encabezada por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez Robledo, y el subsecretario de Asuntos Jurídicos y de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Felipe de Jesús Zamora Castro, evitó responder explícitamente sobre los casos concretos presentados aquí y se dedicó a reiterar los propósitos de la estrategia antinarcóticos y contra el crimen organizado. Subrayaron que “el respeto a la integridad física y seguridad de los ciudadanos” es el objetivo central del gobierno de Felipe Calderón ante “la demanda ciudadana por mayor seguridad”, y por ello lanzó su campaña contra la delincuencia, la cual amenazaba “ocupar cualquier espacio público y privado”.

Monte Alejandro Rubiro García, subsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública, subrayó que la estrategia policiaca va “en el camino correcto” en lo que es “una lucha larga” que continuará siendo violenta por unos meses más, pero a la cual “no había otra alternativa”. Insistió en que esta estrategia requiere del apoyo del pueblo y eso no se logra sin el respeto de sus derechos humanos.

Los representantes del gobierno enfatizaron que en México no hay “ninguna derogación de derechos” ni “medidas de excepción”. Resaltaron la “transparencia” con que obra el gobierno de Felipe Calderón, indicando la presencia en México ahora de un grupo de trabajo de la ONU que está viajando por el país para examinar el asunto de desapariciones forzadas, y que ésta es sólo una de varias de tales visitas de organismos internacionales de derechos humanos a los cuales el gobierno les ha abierto la puerta.

Organizaciones que presentaron las denuncias:
Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, Justicia Para Nuestras Hijas, Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, Centro de Derechos Juan Gerardi, Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos y Desaparecidas en Coahuila, Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, Centro de Derechos Humanos Victoria Diez, Centro Pastoral Obrera, Movimiento Pacto por la Cultura, Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste y Colectivo de Organizaciones Michoacanas de Derechos Humanos.